



Existen distintos tipos de pruebas de choques de vehículos que persiguen variados objetivos. Y dentro de esta amplia gama de Crash Tests homologados a nivel mundial se encuentra el «Impacto a baja velocidad». Este ensayo es el punto de partida para el estudio del Índice de Reparabilidad.
El objetivo de este impacto es el de reproducir lo más fidedignamente posible el choque citadino de mayor frecuencia, es decir que los daños producto del impacto a baja velocidad representan los que habitual y estadísticamente se registran a diario en las grandes ciudades.
Por otra parte, más allá de la verosimilitud del impacto, el objetivo es el de ensayar los vehículos en condiciones similares a efectos que la comparativa final y sus conclusiones sean válidas. A tal efecto, el R.C.A.R. (Research Council for Automobile Repairs) es el responsable de fijar las normas para realizar los impactos a velocidad controlada. Dicho ente es quien aglutina a todos los Centros de Experimentación de Reparabilidad de Vehículos del mundo y es quien determina, en base a la opinión de distintos Centros, cómo realizar los ensayos.
Básicamente las pruebas consisten en un impacto delantero y uno trasero (en el caso del Ford Focus fue en su parte delantera), realizados sobre un vehículo 0 Km. en orden de marcha y con los depósitos de líquidos llenos. Ambos impactos se realizan a una velocidad de 15 Km/h, con una tolerancia de 1 Km/h, es decir que la velocidad de impacto necesariamente debe ser entre 15 y 16 Km/h, para que dicho ensayo esté debidamente homologado.
Impactos delanteros
En lo que respecta al impacto delantero, el vehículo choca libremente contra un bloque indeformable de 32 toneladas de peso y un ángulo de 10°, construido bajo estrictas normas, lo que determina que la energía del impacto es casi totalmente absorbida por el vehículo. Generalmente, las deformaciones sufridas por el vehículo comprometen la parte estructural del mismo, lo que le otorga a este tipo de impactos consecuencias comparables con las que las estadísticas indican como más frecuentes en la realidad.
El ensayo se realiza impactando el vehículo en el 40% de su frente izquierdo, lo que se conoce como golpe offset. Dicho golpe responde a que el conductor, ante la inminencia del choque, tiende a realizar una maniobra evasiva hacia la derecha.
Hay que señalar que después de cada prueba, el vehículo ensayado es reparado en CESVI Argentina siguiendo las especificaciones del fabricante, devolviéndole las condiciones originales de seguridad y calidad.
Texto y Fotos: Héctor O. Losino
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