parkinson 2016 b

Hay enfermedades que padecemos las personas en ciertas etapas de la vida que nos hacen replantearnos si podremos seguir realizando ciertas actividades. Son enfermedades que afectan nuestra percepción o nuestra estabilidad y en algunos casos es importante conocer si nos producen alguna limitación, sobre todo cuando se trata de conducir, desde una maquinaria hasta una simple bicicleta.

Una de esas enfermedades es el Parkinson y el Dr. Javier Álvarez de la Universidad de Valladolid cuenta qué limitaciones produce y aclara si un afectado con esa enfermedad está en condiciones óptimas de conducir con seguridad.

En primer término puntualiza que esta es una enfermedad neurodegenerativa que puede, por sus síntomas en estadios avanzados y por la medicación que se necesita ingerir para controlarla, impedir una conducción segura.

El Parkinson se manifiesta con diversos síntomas motores como temblor y rigidez en manos, bazos, tronco y piernas, lentitud de movimientos y alteraciones en el equilibrio y coordinación.

Además, en estos pacientes suelen aparecer alteraciones en la esfera emocional – desde apatía a desinhibición hasta alteraciones visuales-perceptuales. Se trata de un proceso crónico y progresivo y es preciso señalar que, con frecuencia, uno de cada dos pacientes tiene una o más patologías asociadas (cardíaca, problemas de visión y audición, etc).

Aunque existen diversos tratamientos –en general, farmacológicos–, éstos no curan la enfermedad, pero permiten un control más o menos aceptable de los síntomas variando entre pacientes el grado de respuesta clínica.

El Dr. Álvarez estima que cada paciente es distinto. La sola presencia de Parkinson no hace que la persona, no sea apta para conducir aunque, no se puede responder con certeza si tiene mayor riesgo de accidentalidad porque, la mayoría de los estudios, no pueden demostrar con claridad que los pacientes con Parkinson que están en tratamiento tengan mayor accidentalidad de tráfico que otras personas de su edad y sexo. No obstante, a medida que la enfermedad progresa y ya en estadios avanzados, los estudios muestran con claridad que tienen un mayor riesgo.

Los estudios realizados en laboratorio mediante tests relacionados con la conducción de vehículos indica que los pacientes con Parkinson presentan deterioro en varias pruebas, incluso en fases iniciales de la enfermedad, lo cual es previsible dado los déficits motores, de coordinación, etc., que padecen.

Para recordar

  • Síntomas: temblor, rigidez. El tratamiento agrega somnolencia y alteraciones psicomotora
  • ¿Conviene conducir?: depende de la valoración del médico sobre la situación clínica y su evolución pudiendo necesitar adaptaciones en su auto.
  • En las fases avanzadas el paciente no puede conducir con seguridad
  • El paciente debe conocer los efectos secundarios de su medicación, conducir acompañado, pocas horas y habiendo planificado su viaje.

Fuente: Revista DGT.es