Bicisendas y Ciclovías de la Ciudad. Relevamiento de Cesvi Argentina | EduVia (Educación Vial) ::: 16 Años :::

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Cada vez son más las personas que adoptan la bicicleta como medio de transporte, y por ello CESVI Argentina realizó un informe especial que analiza el estado de las ciclovías y el comportamiento de sus usuarios.

Un equipo de especialistas de CESVI Argentina recorrió 120 kilómetros de las ciclovías y bicisendas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El análisis tiene como finalidad relevar el estado de la infraestructura, evaluar la convivencia de los ciclistas con el resto del entorno vial y la adopción de los elementos exigibles por la ley para circular.

El sistema de transporte público de bicicleta se inauguró a fines de 2010 y hoy cuenta con muchos adeptos. Según datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, por día se han llegado a realizar hasta 6.500 viajes en bicicleta. CESVI relevó a más de 1.800 ciclistas y pudo constatar las tendencias predominantes en cuanto al respeto de la prioridad de paso, de la semaforización, y de la utilización del casco.

Utilización del casco

El casco es el elemento de protección primordial con el que cuenta un ciclista. Sin embargo, 8 de cada 10 conductores no lo utilizan. La adopción del casco difiere notablemente si la persona se traslada en bicicleta propia o pública. En el caso de la propia, el 85% usa casco y el 15%, mientras que en la pública el 8% usa casco y el 92% no.

Si bien el Sistema de Transporte Público en Bicicletas sigue incorporando estaciones, la tendencia observada es que 9 de cada 10 ciclistas se trasladan en bicicleta particular. En los centros EcoBici se entregan cascos, pero la mayoría de las personas eligen no utilizarlos. Se debe tener en cuenta que para que el casco ofrezca la protección adecuada tiene que ser de la talla del usuario y estar correctamente abrochado.

CESVI realizó una encuesta a más de 250 usuarios de los centros EcoBici para conocer por qué es tan baja la adopción del casco cuando se utiliza bicicleta pública. Si bien las respuestas fueron variadas, el 41% manifestó desconocer que existía la posibilidad de llevarse un casco a préstamo o no se lo habían ofrecido en esa oportunidad. La segunda respuesta más frecuente fue porque desconocían que los ciclistas deben usar casco, con el 32%. El 14% de los encuestados reconoció que no lo utiliza porque le resulta incómodo, y apenas el 6% de los encuestados manifestó que no lo utiliza porque lo considera un elemento de uso personal. El 6% restante se divide en partes iguales entre los que no lo utilizan porque viajan pocas cuadras y aquellos que utilizan su propio casco. Apenas el 1% manifestó no haber encontrado un casco de su talle.

Prioridad de paso

Las bicicletas son vehículos, y por lo tanto sus conductores deben respetar todas las normas de conducción y circulación; es decir, las indicaciones de las señales viales y las reglas de prioridad.

Según el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, todo conductor está obligado en cualquier circunstancia a ceder el paso a los peatones. En el estudio realizado se pudo constatar que el 65% de los ciclistas no respeta la prioridad de paso de los peatones.

Los ciclistas no deben invadir la senda peatonal al detenerse en una intersección.

En el caso de que el ciclista deba cruzar la calle como los peatones para continuar la bicisenda y no exista demarcación verde de cruce para hacerlo, una buena práctica es descender de la bicicleta y realizar el cruce caminando por la senda peatonal.

En los tramos de arterias con ciclovías o bicisendas, los ciclistas deben circular exclusivamente por ellas. CESVI constató que existe la tendencia de cumplir con la norma de circulación: de 300 ciclistas el 83% cumplió la normativa. No obstante, en los lugares que la bicisenda es menos notoria y se identifica con el símbolo de la bicicleta sobre una baldosa (Ej. Bicisenda de la Av. Libertador) la convivencia de ciclistas y peatones es, además de confusa, riesgosa.

Respeto de la semaforización

Los ciclistas, al igual que el resto de los actores viales, deben respetar la semaforización existente. Del trabajo de campo realizado se desprende que el 65% de estos si respetó el semáforo.

Infraestructura

Puntos a favor

  • Separaciones físicas. Existen delimitadores adecuados para separar las bicicletas de los vehículos de mayor porte. Si bien su presencia es notable en gran parte de las vías, no están en toda la extensión del recorrido. Esto se evidencia en las ciclovías anteriores al plan de movilidad sustentable Ej.: Chile, Alsina y Ceretti. Si bien tienen calles adoquinadas, en algunas existe la posibilidad de implantar delimitadores para que los autos no invadan el sector exclusivo de las bicicletas. En otras, como la calle Alsina, por su ancho y características propias, no se pueden colocar cordones separadores (consideración expuesta por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre el caso puntual de la calle Alsina).
  • Estado de la calzada. Es bueno, salvo excepciones, en las que se detectan reparaciones posteriores o pendientes pronunciadas hacia el cordón. Ej.: La bicisenda de Plaza Italia tiene un tramo que linda con el zoológico que se encuentra mal reparado (Av. Sarmiento esq. Av. Las Heras).
  • Iluminación artificial. Los recorridos cuentan con iluminación, permitiendo una buena visibilidad durante la conducción nocturna.
  • Tiempos. Estas vías exclusivas permiten atravesar más de 20 barrios porteños en tiempos similares a los que se obtienen si se recorre en auto o transporte público. Esto se logra gracias a la buena planificación de esta infraestructura.

Algunos ejemplos:

  • Desde Carlos Calvo y 9 de Julio hasta Superí y Congreso:
    En bicicleta: 14,25 km en 58 minutos. En automóvil: 14,3 km en 64 minutos.
  • Desde Libertador y Dorrego hasta Cabildo y Congreso:
    En bicicleta: 6 km en 23 minutos. En automóvil: 8 km en 23 minutos.
  • Desde Superí y Congreso hasta Santa Fe y Juan B. Justo:
    En bicicleta: 6,51 km en 25 minutos. En automóvil: 7,6 km en 33 minutos.
  • Desde Libertador y Dorrego hasta Av. Eduardo Madero y Teniente J. D. Perón:
    En bicicleta: 7 km en 25 minutos. En automóvil: 7 km en 20 minutos.

Previene los siniestros viales

El Subsecretario de Transporte del Gobierno de la Ciudad, Guillemo Dietrich, afirmó que desde la implementación de las ciclovías no se registraron siniestros con víctimas fatales sobre las mismas.

Limitaciones detectadas

  • Discontinuidad en las vías de circulación. Ya sea porque aún no se ha finalizado el proyecto o porque la ciclovía es anterior al plan de movilidad sustentable, esto supone un riesgo para aquella persona que no conoce el recorrido completo que va a realizar. Ej.: la ciclovía de la calle Carlos Calvo llega hasta Bernardo de Irigoyen y se discontinúa.
  • Vías de circulación. Existen sectores cercanos a los cordones que presentan una pendiente que complica la circulación. Ej.: un sector de la ciclovía es de asfalto y otro de adoquines. Esto se pudo apreciar en las ciclovías de las calles Chile, Estados Unidos (esq. Saavedra) y Ceretti. Se encontraron rampas de la calzada, construidas de forma clandestina, para que los vehículos puedan ascender a la vereda. Además de ser físicamente agresivas para los ciclistas, no están señalizadas.
  • Contenedores de basura. La queja más frecuente entre los usuarios de las ciclovías tiene que ver con los contenedores de residuos que invaden parcialmente la traza. Al compartir un sector de la vereda y un sector de la ciclovía, es necesario nivelarlos. Para hacerlo, se realizan banquinas sobre el sector de circulación de las bicicletas. Estas pueden ser agresivas para los ciclistas en caso de que las lleven por delante (por más que están identificadas con color). Ej.: ciclovía de la calle Juncal. El otro problema detectado es que los vecinos desplazan los contenedores desde los sectores asignados por el Gobierno de la Ciudad a otros sectores o mismo hacia la ciclovía para que no estorben en su vereda.
  • Alcantarillas. Son un riesgo para los ciclistas ya que se encuentran dentro de las ciclovías. Al ser de metal y encontrarse, por lo general, mojadas, no ofrecen una adecuada adherencia. Ej.: ciclovías de la calle Godoy Cruz y Av. Coronel Díaz.
  • Pasos a nivel. Se observó discontinuidad de las bicisendas en los pasos a nivel (Ej.: Gorriti y Godoy Cruz) y bajo nivel (Ej.: ciclovía Ceretti).
  • Invasión de ciclovías. Se han encontrado varios casos de autos que estaban detenidos sobre la ciclovía y motociclistas que circulaban por la misma. Ej.: Godoy Cruz (esq. Santa Fe). También se detectaron casos de peatones, vendedores y constructores que hacían mal uso de las ciclovías. Ej.: ciclovía de la calle Perón.
  • Cambio de sector. Transitando por Virrey Liniers en el cruce con Venezuela, la ciclovía que corre por la mano izquierda se corta e inicia el recorrido de la mano derecha. En este cruce no hay semáforos y los ciclistas que pedalean en el mismo sentido que los vehículos se encuentran de espalda a estos al momento de cambiar de lado, y en una trayectoria oblicua. Esto provoca la posibilidad de ser atropellados puesto que el ciclista no percibe a los automóviles. En la ciclovía de Carlos Calvo, en la esquina con Salta, también cambia del lado derecho al izquierdo. Pero en este caso hay un semáforo específico para los ciclistas. El problema es que los ciclistas no esperan para cruzar Salta o Carlos Calvo. Si se encuentra con ésta situación, siempre debe esperar el semáforo que lo habilite a seguir la marcha.

Oportunidades de mejora

  • Baldosas bicisenda. Algunas bicisendas se demarcan únicamente con una baldosa con el dibujo de una bici. Se pueden encontrar con separaciones de 1,5 metros. La dificultad se encuentra en que algunas baldosas están incompletas y que el color no se diferencia mucho del resto de las baldosas. Además, quien no conoce de antemano el recorrido, transita por lugares indebidos o asignados a los peatones. Ej.: Bicisenda Av. Libertador y Av. Dorrego.
  • Separadores removidos. En algunos tramos de las ciclovías los cordones separadores fueron removidos. Ej.: En la ciclovía de la calle Estados Unidos fueron removidos de manera clandestina para permitir la detención de los camiones en las zonas aledañas al depósito de un supermercado.
  • Tramos discontinuos. Los tramos de las ciclovías que son anteriores al plan de movilidad sustentable arrancan y finalizan sin continuidad alguna. Ej.: Ciclovías de la calles Chivilcoy y Rodó. Actualmente existe el proyecto de conectar estas ciclovías con el resto de las vías de uso de ciclistas. No obstante, hay otras ciclovías que arrancan o finalizan sin continuidad. Ej.: Carlos Calvo y su inicio o finalización en Bernardo de Irigoyen, y la ciclovía de la calle Chile que finaliza en la calle Perú.
  • Lomos de burro. No se retiraron de las ciclovías los lomos de burro que originalmente se colocaron para los vehículos de mayor porte. Ej.: Superí y Martinez, Carlos Calvo y Matheu.
  • Delineadores. Existen delineadores verticales que se encuentran volcados sobre las sendas de circulación de los ciclistas. Ej.: Ciclovía de calle Otamendi.
  • Vegetación. En algunos tramos hay plantas, ramas y árboles que invaden parcialmente el carril de circulación de las bicicletas. Ej.: Ciclovía de la calle Otamendi.
  • Señalización. Contar con más cartelería informativa para que los ciclistas puedan orientarse con mayor facilidad. Ej.: Al llegar a la zona de Retiro por la ciclovía de Libertador, no está indicado las opciones para seguir pedaleando. Lo mismo ocurre con la bicisenda de Plaza Italia (Av. Sarmiento y Av. Las Heras).

Teniendo en cuenta la seguridad que otorga la infraestructura (separación física entre vehículos y señalización), la planificación de estos 130 km de vías exclusivas que conectan más de 20 barrios porteños, la fluidez para el usuario y el acortamiento de los tiempos; sumado a la nula siniestralidad fatal dentro de estas vías, concluimos que esta alternativa de movilidad económica, ecológica y saludable es sumamente eficaz.

Prácticas para conducir la bicicleta con seguridad

  • Antes de salir, planifique su ruta.
  • Utilice siempre casco y asegúrese de que esté correctamente abrochado.
  • Vista ropa clara y, en lo posible, use chaleco reflectivo.
  • Sujete el manubrio con ambas manos y con la derecha mantenga dos dedos (el índice y el mayor) apoyados en el freno.
  • No utilice celular ni auriculares.
  • Anticipe sus movimientos utilizando los brazos y el timbre.
  • Respete siempre los semáforos y señales.
  • De noche utilice las luces delanteras, traseras.

Prácticas para reducir los siniestros en bicicleta

  • No circule en zigzag ni tomado a otro vehículo.
  • Baje la velocidad al llegar a una intersección y ceda siempre el paso al peatón
  • Preste atención a los vehículos estacionados y manténgase a una distancia mayor a un metro para evitar que lo golpeen cuando abran las puertas.
  • No circule por los puntos ciegos de otros vehículos.
  • No transite por las veredas que no posean bicisenda, únicamente los menores de 12 años están habilitados para hacerlo por las veredas convencionales.
  • Los menores de 12 años únicamente podrán circular por la calzada si es que están acompañados por otro ciclista cuya edad no sea inferior a los 18 años (LEY Nº 2148/06 – CABA).
  • Si no hay ciclovía, circule en sentido del tránsito.

Hay que destacar que la ciclovía es un carril exclusivo para la bicicleta, resguardado del resto del tránsito vehicular por medio de un separador físico. Se ubica generalmente en el margen izquierdo de la calle y es de doble mano de circulación.

La bicisenda ocupa un sector señalizado y especialmente acondicionado en veredas y espacios verdes para la circulación de bicicletas.

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