Francia parece haberse tomado muy en serio la lucha contra los accidentes de tráfico provocados por el consumo de alcohol. Especialmente aquellos que se producen durante en fin de semana, por la noche, y afectan a la población veinteañera.

«Sople y sabrá» es el nuevo eslogan que deberá figurar a partir de esta semana en la puerta de salida de las discotecas y bares de todo el país para recordarle a sus parroquianos que quizá convenía hacerse la prueba del alcoholímetro –aquí llamado éthylotest– antes de volver a casa conduciendo en estado de embriaguez. Para ello, dichos establecimientos estarán obligados a disponer de tales medidores, ya sean químicos o electrónicos, y ofrecérselos gratuitamente a sus clientes.

Hoy los Ministerios de Transporte, Interior y Salud emitieron un comunicado conjunto explicando esta normativa gubernamental, que afecta a todos los locales nocturnos donde se sirve alcohol en el Hexágono. La medida se hace efectiva precisamente un día después de que el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, anunciase que antes de la próxima primavera todos los vehículos tendrán que llevar obligatoriamente un alcoholímetro que impida su arranque en caso de dar positivo, siguiendo la recomendación del informe de una comisión parlamentaria sobre seguridad vial presentado el pasado 19 de octubre.

En un discurso dedicado a la prevención en la carretera, Sarkozy comunicó esta medida, sin precisar si afectará a los vehículos nuevos o a todos. Sarkozy explicó, igualmente, que se instalarán 400 nuevos radares para medir la velocidad, de los cuales no se indicará el emplazamiento y que no pueden ser por dispositivo alguno. Además, indicó que instaurará una jornada dedicada a la seguridad vial para sensibilizar al público sobre este problema.

El anuncio del presidente se produjo después de que diera a conocer que el número de fallecidos en las carreteras francesas superó los 4.000 entre el 1 de noviembre del 2010 y el 31 de octubre del 2011. Para el mandatario galo, lo más grave de dicha estadística es que el año pasado, el 24% de los muertos en accidentes viales iban en vehículos de dos ruedas cuando estos tan sólo representan el 2% del parque móvil francés.

En Francia, donde el máximo autorizado es de 0,25 miligramos por litro de aire espirado, el mismo que en España, se trata de un problema que toca de cerca a los jóvenes, ya que cada semana las carreteras del país se cobran la vida de una veintena de personas de entre 15 y 24 años, recordó hoy el Ejecutivo en su nota.

El Gobierno de François Fillon se ha dado mucha prisa en poner en marcha este nuevo dispositivo para adelantarse a las fiestas navideñas, donde tradicionalmente se sitúa el pico anual de detenciones por casos de embriaguez al volante.

Las organizaciones profesionales de hostelería se han alegrado de estas medidas, que vienen a dar respuesta a una petición que el propio sector había realizado a las autoridades. El Synhorcat, concretamente, ha precisado que la incorporación de los alcoholímetros a los vehículos resulta esencial para completar esta campaña de medidas preventivas ya «el 80% del consumo de alcohol se produce actualmente fuera de los locales públicos».

En un sondeo organizado estos días entre los internautas por la web de información política progresista ‘Le Post’, el 21,8% de los encuestados han considerado positiva la medida, mientras que el 69,8% no cree que ayude a reducir el número de accidentes y un 8,5% se muestra indiferente.

Fuente: El Mundo. es