Axalta, empresa enfocada en el desarrollo de la tecnología de recubrimientos, desarrolló nuevas tecnologías sustentables de pintura.

La pintura el sector automotor ha presentado, históricamente, varios inconvenientes entre los cuales la contaminación ambiental; el poder cubriente y el poder dar el mismo color a la hora de las reparaciones estuvieron entre los más representativos.

En ese sentido, Axalta, una empresa enfocada en el desarrollo de la tecnología de recubrimientos, con presencia en más de 130 países, cerca de 12.000 empleados en todo el mundo, con 35 plantas de fabricación y siete centros de investigación y desarrollo; además de 43 centros de capacitación para dar soporte a sus 120.000 clientes, incluyendo a 4.000 distribuidores, desarrolló sus nuevas tecnologías de pintura.

Agustín París, gerente de Mercados y Productos del Cono Sur de la empresa -sucesora de Dupont en el rubro- explicó que “desde Argentina manejamos la acción Cono Sur, que contempla además a Uruguay y Chile. Estamos organizados en tres unidades de negocios: el repintado automotriz; la venta de pintura a fábricas originales, y el segmento industrial”.

Según París, “en los países donde existen normativas de emisión de solventes, que se mide por el componente orgánico volátil (VOC) que sale al medio ambiente, cuando se analizaron los sistemas de reparación, básicamente en primer, color y barniz, en la etapa que era muy difícil cumplir era en la pintura, porque el color tiene un componente de solvente muy grande y en algunos casos al diluirla se llegaba a 90 o 95% de solvente y poco sólido”.

Las pinturas de última generación con base agua de Axalta “se adaptan a las normativas medioambientales europeas más exigentes o las de California en Estados Unidos y va desplazando los productos con base solvente. La primer ventaja que tiene es reparar un vehículo de manera responsable en el trato con el medio ambiente y, el manejo del producto por parte de los pintores es mucho más fácil, es mucho menos nocivo”, indicó.

“En lo que respecta a la tecnología de reparación, nosotros tenemos dos líneas: Cromax Pro y Standox Blue. Al reparar un vehículo el problema es el poder cubriente que el producto tenga, lo que va a obligar a dar tres, cuatro, cinco manos y, entre cada una, esperar el tiempo de oreo, para que la pintura vaya secando. En el caso de nuestro sistema, el cubritivo se logra en una mano y media y sin oreo. Es un proceso húmedo sobre húmedo”, aseguró.

París agregó que “es muy importante el ahorro en tiempo de producción, en uso de la cabina. Reparaciones de dos horas de cabina se llevaron a 30 minutos. Una vez seca la pintura es igual, porque el solvente se evapora y el agua también: el sólido es lo que importa”.

En el proyecto de incorporación de Standox, Axalta había detectado que “una de las mayores dificultades que encuentra el taller a la hora de reparar es la reproducción del color original, para mitigar ese escollo la empresa incorporó “la tecnología de espectrofotómetro -denominados Acquire o Genius- que es un escáner de color que lee sobre el vehículo en la zona adyacente; esa lectura entra en el software de color y el sistema indica cuál es y si no hubiera uno exactamente igual indica el que más se le acerca y los ajustes para llevarlo a la realidad. Eso reduce los tiempos de trabajo”.

“Traemos una línea de alta tecnología y por eso incluimos la capacitación”, enfatizó Agustín París e informó que “en marzo inauguramos un primer centro sobre recubrimientos en general junto con la Asociación de Propietarios de Talleres Automotores (APTA), con la intención de que el espacio en el que hemos hecho la inversión allí, pueda ser utilizado para entrenamiento de nuestros clientes, pero también en conjunto con ellos con la idea de dar este espacio para mejorar a los pintores profesionales o formar profesionales del rubro”.

Fuente: Info Transporte y Logística