Muchas veces se suele emparentar la seguridad automotriz exclusivamente con sistemas y dispositivos como el Sistema Antibloqueo de Frenos (ABS), Airbags o el Control de Estabilidad (ESP). Sin embargo, hay otros elementos del vehículo que tienen una importancia estructural crucial para garantizar la protección de los ocupantes, entre los que se encuentra el parabrisas.

El vidrio de seguridad es un elemento fundamental de la carrocería. Aporta el 33 % de la seguridad estructural del vehículo. Incluso puede representar hasta el 68 % de la rigidez torsional y actúa como base de apoyo para el correcto despliegue del airbag del acompañante.

En base a nuestra experiencia en la reconstrucción de siniestros de tránsito, comprobamos que en la mayoría de los choques en el que se produjeron lesiones por el desprendimiento del vidrio de seguridad, los parabrisas habían sido colocados con procedimientos o insumos inadecuados. Se estima que en nuestro país se reemplazan 300.000 parabrisas al año.

Una deficiente colocación o la utilización de productos inadecuados para su instalación pueden comprometer la vida de quienes viajan en ese vehículo, ya que el vidrio de seguridad puede llegar a desprenderse en plena circulación o, incluso, introducirse en el interior del habitáculo provocando situaciones con consecuencias graves. En determinado tipo de colisión o vuelco, si el parabrisas se desprende se pierde la resistencia que le aporta a la estructura y, por ende, se puede llegar a comprimir el techo, comprometiendo el espacio vital para los ocupantes y provocando lesiones graves y permanentes.

El vidrio de seguridad, a su vez, es un elemento fundamental para que el airbag del acompañante brinde la protección necesaria cuando se activa. El parabrisas debe permanecer fijado a la estructura en todo momento para ofrecer la contención necesaria al airbag para que se despliegue correctamente y esté en la posición exacta cuando se encuentre con el cuerpo de la persona que se inclina hacia adelante por efecto de la inercia. Si el vidrio de seguridad se despega, el airbag estará en cualquier otra posición y no podrá garantizar la protección para la cual fue diseñado.

Una correcta instalación debe contemplar vidrios de seguridad y selladores homologados. Además, el lugar donde se realice el trabajo tiene que permitir realizar procedimientos de montaje y desmontaje apropiados para devolverle la resistencia estructural al vehículo. Para ello, el taller o establecimiento debe contar con instalaciones acordes que permitan efectuar el proceso adecuado y brindarle al cliente un servicio de calidad.

“En CESVI Argentina estamos haciendo nuestro aporte para que este proceso pueda garantizarse. Desarrollamos el diagnóstico y la categorización de locales de colocación de vidrios de seguridad. De esta manera, podemos recomendar dónde llevar a cabo estos trabajos que, en definitiva, mucho tiene que ver con la prevención y la seguridad”, explicó Gustavo de Carvalho, Gerente Técnico de CESVI Argentina.